El muesli o müsli (del suizo alemán Birchermüesli, literalmente «papilla de cereales de Bircher») es un alimento del grupo de los cereales, de origen suizo, típicamente de desayuno, aunque también se consume en meriendas y cenas.
Sus ingredientes son cereales, frutos secos, semillas y frutas desecadas o deshidratadas, mezclados sin una receta rígida, dependiendo del fabricante.
Entre los cereales que lo componen puede haber avena, trigo, centeno, cebada, maíz o arroz, bien en copos o inflados, integrales o refinados. En la selección de frutas se pueden encontrar manzana, pera, banana chips, uvas pasas, pasas de arándano, dátil, ciruela, mango, higo, durazno, frutilla, ananá, papaya y coco rallado, y, entre los frutos secos y semillas, nueces, avellanas, almendras, maní, cajú, pipas de girasol, lino, zapallo, chía, quinoa o sésamo.
Se puede consumir previamente rehidratado con agua, leche, leche de soja, de almendras, leche fermentada, kéfir, yogur, chocolate, licuados o jugos) y, según el gusto del consumidor, endulzado con azúcar, miel, anís o canela.
También puede contar con proteína de soja, chips de chocolate, trozos de chocolate
Desde su invención por el médico suizo Maximilian Bircher-Benner a principios del siglo XX, inspirado en la cena de un pastor que encontró en una de las excursiones con su esposa por la zona de los Alpes, se ha ido popularizando como alimentación saludable, y en dietas vegetarianas. Es nutritivo, energético y saciante y un cóctel bastante completo de vitaminas, minerales, proteínas e hidratos de carbono,1 y para normalizar las modernas dietas desequilibradas, o para personas con problemas de estreñimiento gracias a su contenido en fibra.