El maní es un fruto que contiene hidratos de carbono, proteínas (33%) y vitaminas del complejo B, como la B6 y especialmente niacina o vitamina B3, que ayuda a equilibrar el sistema nervioso. Además, este fruto complementa el valor proteico de los cereales y con él se obtiene una proteína de alto valor biológico.
Es una buena fuente de fibra, ideal para combatir el tránsito lento, también de folatos o ácido fólico y de magnesio. Este último mantiene al sistema nervioso en buena salud y, además, es un relajante muscular.